En el contexto del próspero desarrollo de la industria global de comercio electrónico transfronterizo, las políticas regulatorias de los distintos países se están endureciendo continuamente. Recientemente, Tailandia ha tomado medidas frecuentes en el ámbito de la regulación del comercio electrónico, lanzando una serie de nuevas normativas de gran peso, que tendrán un profundo impacto en plataformas como Lazada, Shopee, entre otras.
La Comisión de Competencia Comercial de Tailandia (TCCT) emitió el 19 de agosto un documento regulatorio clave, estableciendo por primera vez un sistema dual de supervisión de conductas anticompetitivas en plataformas digitales, dejando claro que la manipulación de precios y el monopolio no relacionado con precios se incluirán en un marco de gestión clasificada. El periodo de consulta pública de esta guía finalizará el 18 de septiembre, lo que significa que las plataformas de comercio electrónico y los vendedores tienen menos de un mes para presentar sus comentarios.

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Control estricto de las conductas de precios, prohibición de fijación de precios por debajo del coste
El borrador de la nueva normativa establece varias líneas rojas en cuanto a la regulación de precios. El TCCT prohíbe explícitamente la fijación de precios por debajo del coste, es decir, que la plataforma o el vendedor establezcan precios por debajo del coste total promedio sin una razón justificada.
Esta práctica, conocida como “fijación de precios depredadora”, se refiere a que la plataforma vende bienes o servicios a precios inferiores al coste con la intención de expulsar a los competidores; una vez que los competidores han sido eliminados del mercado, suben los precios para obtener beneficios monopólicos, lo que perturba gravemente el orden normal de los precios de mercado.
También se prohíben las “cláusulas de paridad de precios”, es decir, las cláusulas que impiden a los vendedores ofrecer precios más bajos en plataformas competidoras u otros canales, una táctica comúnmente utilizada por las plataformas para mantener su ventaja de precios.
La nueva normativa también rechaza la “fijación de precios de reventa”, es decir, la plataforma no puede imponer precios de reventa ni sancionar a los vendedores que no cumplan con la normativa.
Cabe destacar que la manipulación de precios mediante algoritmos también está explícitamente prohibida; las plataformas no pueden implementar sistemas automáticos de clasificación o ranking de precios que distorsionen directa o indirectamente la competencia justa.
Esto demuestra que las autoridades reguladoras ya están prestando atención a los nuevos riesgos de competencia desleal derivados del uso de tecnologías por parte de las plataformas digitales.

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Regular las conductas no relacionadas con precios, prevenir el abuso de poder de las plataformas
En cuanto a las conductas no relacionadas con precios, el borrador también establece regulaciones integrales.
La conducta de “autopreferencia” está explícitamente prohibida, es decir, la plataforma no puede utilizar algoritmos o diseños para limitar la visibilidad de los productos de los vendedores, al tiempo que prioriza la exhibición de productos propios o de socios preferidos.
Aunque esta conducta no parece tan directa como las relacionadas con precios, también puede constituir competencia desleal.
La plataforma tampoco puede obligar a los vendedores a utilizar los servicios designados por ella, incluidos proveedores logísticos, pasarelas de pago o servicios publicitarios.
Las restricciones de exclusividad también están prohibidas; la plataforma no puede imponer condiciones que prohíban a los vendedores vender en plataformas de comercio electrónico competidoras, ni puede sancionar a los infractores suspendiendo cuentas o retirando productos.
En cuanto al uso de datos, la plataforma no puede utilizar los datos recopilados de los vendedores para proporcionar ventajas competitivas injustas a sus propias empresas afiliadas. Esta disposición pretende evitar que la plataforma actúe como árbitro y jugador al mismo tiempo, garantizando la competencia justa en el mercado.
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La regulación regional se convierte en consenso, la tendencia global es uniforme
Tailandia no es un caso aislado en la regulación del comercio electrónico; el fortalecimiento de la supervisión de la industria del comercio electrónico se ha convertido en un consenso entre los principales países y mercados. Vietnam, también en el sudeste asiático, enfrenta una situación regulatoria igualmente estricta en su industria de comercio electrónico.
El presidente de la Asociación de Comercio Electrónico de Vietnam, Nguyen Ngoc Dung, afirmó anteriormente que “bajo una inspección estricta, solo el 2% de los productos en las plataformas de comercio electrónico son legales”.
Tras descubrir este problema, el Ministerio de Industria y Comercio de Vietnam anunció rápidamente una serie de medidas contundentes: para los productos infractores, el Ministerio tomó medidas de retirada; para los comerciantes infractores, impuso multas, suspensión de operaciones e incluso la revocación de licencias comerciales.

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El mercado surcoreano también otorga gran importancia a la regulación y supervisión de la industria del comercio electrónico.
Según las estadísticas de su Comisión de Comercio Justo, en 2024 el número de sanciones a empresas fue de 124, con un total de 308 empresas sancionadas; el importe total de las multas a empresas aumentó de 435.000 millones de wones en 2023 a 5500 millones de wones, un aumento interanual del 26,5%. A través de sanciones económicas, se ejerce una fuerte disuasión sobre las empresas, lo que las impulsa a cumplir estrictamente con las leyes y regulaciones pertinentes.

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La operación conforme se convierte en la única opción
Con el fortalecimiento de la regulación, las empresas no conformes serán eliminadas gradualmente del mercado, mientras que aquellas empresas de comercio electrónico transfronterizo que puedan adaptarse activamente a los cambios en las políticas regulatorias y cumplir estrictamente con las leyes y regulaciones, tendrán mayores oportunidades de desarrollo.
Para las empresas de comercio electrónico transfronterizo, solo prestando atención a la evolución de las políticas regulatorias de cada país, adaptándose activamente a los requisitos regulatorios y mejorando continuamente su capacidad de operación conforme, podrán avanzar de manera estable en este entorno de mercado lleno de desafíos y oportunidades, logrando un desarrollo a largo plazo.
