Recientemente, el gobierno de Brasil ha emitido una noticia que podría aliviar a los vendedores de comercio electrónico transfronterizo: están discutiendo la posibilidad de cancelar el impuesto federal del 20% sobre los productos importados con un valor inferior a 50 dólares.

Si esta política se implementa, plataformas como Shein y Temu, que se centran en productos de bajo precio, se beneficiarán directamente.

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De hecho, Brasil ya ha vacilado varias veces en el tema de los impuestos a la importación.

A principios de 2023, Brasil planeaba cancelar la exención de impuestos para productos por debajo de 50 dólares, pero a finales de año anunció que pospondría la implementación. No fue hasta el 1 de agosto de 2024 que la política entró oficialmente en vigor: los productos por debajo de 50 dólares no solo deben pagar un 20% de impuesto federal, sino también un 17% de impuesto estatal sobre la circulación de mercancías, lo que eleva la carga fiscal real hasta el 44.5%.

Sin embargo, el presidente de Brasil, Lula, siempre se ha opuesto a esta política, y ahora el gobierno ha dado señales de que podría cancelarla, lo que evidentemente tiene razones más profundas detrás.

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Esta vez, la repentina consideración de Brasil de cancelar el impuesto a la importación se debe en gran medida a la presión de Estados Unidos.

Recientemente, el presidente estadounidense Trump ha vuelto a presionar en el tema de los aranceles, amenazando con imponer un 50% de arancel a todos los productos exportados desde Brasil. Si la política entra en vigor, el negocio de exportación de Brasil se verá gravemente afectado. Por lo tanto, Brasil ahora debe reducir su dependencia del mercado estadounidense, y flexibilizar los impuestos a la importación para atraer más productos extranjeros al mercado brasileño es una de las estrategias que han adoptado.

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Aunque Brasil podría flexibilizar su política, a nivel mundial la tendencia de exención de impuestos para pequeñas cantidades se está restringiendo. Varios países del sudeste asiático ya han tomado la delantera: Malasia, desde el 1 de enero de 2024, cobra un 10% de impuesto sobre productos importados por debajo de 500 ringgits; Singapur también ha añadido un 8% de impuesto sobre las ventas a productos por debajo de 400 dólares singapurenses; Vietnam incluso canceló directamente la exención de impuestos para productos por debajo de un millón de dongs el 18 de febrero de este año.

Japón también está considerando ajustes. Actualmente, Japón exime de aranceles e impuestos al consumo a los productos importados por debajo de 10,000 yenes (aproximadamente 495.56 RMB), pero el gobierno teme que esto provoque la entrada de productos ilegales, por lo que está discutiendo si cancelar la exención de impuestos.

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En los últimos diez años, el rápido crecimiento del comercio electrónico transfronterizo chino se ha beneficiado en gran medida de las políticas de exención de impuestos para pequeñas cantidades en varios países. Pero ahora, a medida que el mundo endurece estas políticas, el espacio para la estrategia de bajo precio se está reduciendo. Especialmente para plataformas como Shein y Temu, que dependen principalmente de envíos directos de pequeños paquetes de productos de bajo precio, una vez que desaparezcan los beneficios fiscales, los costos aumentarán considerablemente.

Sin embargo, los vendedores chinos no carecen de formas de responder. De hecho, incluso después de que Brasil aumentara los impuestos en agosto de 2024, las ventas de productos chinos en el mercado local siguen siendo muy altas. Los datos de abril muestran que Temu incluso alcanzó el segundo lugar en el ranking de tráfico de comercio electrónico en Brasil. Esto demuestra que, aunque el precio es importante, la competitividad de los productos chinos ya no radica únicamente en el bajo precio, sino en la ventaja integral de la cadena de suministro, la calidad del producto y el servicio.

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A corto plazo, el ajuste de la política de exención de impuestos ciertamente aumentará los costos para algunos vendedores, pero a largo plazo, esto podría ser una oportunidad. En el pasado, muchos vendedores chinos competían en el mercado con precios bajos, pero ahora los cambios en las políticas globales están obligando a la industria a actualizarse. La competencia futura ya no será simplemente una guerra de precios, sino quién puede ofrecer mejores productos, una cadena de suministro más estable y un mejor servicio postventa.

Para los vendedores, lo que deben hacer ahora no es preocuparse por los cambios en las políticas, sino pensar en cómo mejorar su competitividad. Al fin y al cabo, el mercado siempre está cambiando, y los que sobreviven siempre son aquellos con mayor capacidad de adaptación.